Las redes sociales en la política

Primer Semestre
Boletin de Carácter Teórico
Escrito por: Mtra. Mariana González Covarrubias
Visitas únicas: Contador de Visitas Únicas | CDE PAN BCS

El internet y las redes sociales sin lugar a dudas forman parte de la nueva dinámica de interacción en el mundo, no solo para comunicarnos con nuestro entorno social, sino que es una herramienta que nos permite accesar de manera inmediata a todo tipo de información, ejercer nuestra libertad de expresión, hacer compras, conocer personas y realidades, unir grupos, crear debate, intercambiar ideas, opiniones y puntos de vista, entre muchas otras; son parte de nuestra vida diaria y no hay marcha atrás.

Partiendo de la premisa anterior, las redes sociales forman parte también de la vida democrática del país, ya que han influido notablemente para que la sociedad se involucre y participe en temas políticos, económicos y sociales; sin lugar a dudas las redes sociales le han otorgado un poder a la ciudadanía con el que antes no contaba.

Sin embargo, el uso de las redes sociales puede representar algunas desventajas para la democracia ya que puede dar lugar a la desinformación, incitar el descontento y la polarización, razón por la cual tanto los gobiernos como los ciudadanos debemos hacer un uso consiente, ético y responsable de las mismas, apegado a los valores democráticos y el respeto a los derechos humanos.

En el presente artículo analizaremos algunas ventajas y desventajas del uso de las redes sociales y su interacción con la democracia de nuestro país.

La interacción entre personas por internet comenzó en 1971 con el envío del primer mensaje por correo electrónico, desde entonces la era digital se ha ido transformando hasta llegar al surgimiento de redes sociales como Facebook en el año 2004, YouTube en el 2005, Twitter en el 2006 e Instagram en el 2010; redes gratuitas con particularidades diversas pero que tienen en común el intercambio de información y conectar a las personas, y que hoy han evolucionado y han integrado servicios de compras, marketing y venta de datos mediante el uso de algoritmos.

Las tecnologías permiten el acceso a un sinnúmero de información no solo relacionada con nuestro país sino del mundo entero, logrando que las sociedades se encuentren más conscientes de sus entornos y conecten con diferentes actores de la sociedad. Asimismo, funcionan como una plataforma que favorece la libertad de expresión, a través de la cual la sociedad comparte su identidad, ideologías, posturas, problemáticas, expectativas e incluso su malestar político; dando lugar a que se interesen en causas o asuntos que los han convertido en propios, tan es así que las redes sociales son una nueva forma de participación y denuncia ciudadana, transformado la dinámica del activismo político, ya que muchos de los movimientos sociales actuales han surgido, organizado y movilizado a través de Twitter y Facebook, logrando así dar a conocer sus demandas y con ello generar que los gobiernos den una solución a ciertos problemas sociales. Asimismo, las redes sociales son una herramienta de solidaridad para difundir la búsqueda y localización de menores de edad y personas desaparecidas, así como para mantener vigentes los casos en lo que no ha habido respuesta por parte de las autoridades.

Las redes sociales han revolucionado la comunicación quitándole el monopolio a los medios informativos tradicionales como lo han sido la televisión, la radio, el periódico; ya que son plataformas privadas que fueron creadas como espacios libres de expresión fuera del control del Estado; permitiendo que cualquier persona sin importar edad, sexo, profesión, estatus social, ideologías, pueda ser creador de contenido y difundirlo libremente en la red; por lo que se podría decir que la ciudadanía cuenta con un mayor protagonismo y poder de comunicación, involucrándose así de una forma directa y fácil en temas políticos, económicos y sociales del país.

Sin lugar a dudas, las redes sociales han roto el monopolio que poseían los propios actores políticos en la construcción de la realidad social y política, lo que evidencia un claro progreso hacia la descentralización de la información. Muchas veces las propias redes sociales sirven para captar la atención de los medios de comunicación tradicionales e introducir temas y problemáticas en la agenda política y mediática.

Por otro lado, las redes sociales facilitan el acceso a evidencias fotográficas, videos o publicaciones, que quedan guardadas en la red, lo que da pie a que tanto los actores políticos como la sociedad en sí, se encuentre más evidenciada en su pensar y actuar, volviéndose una sociedad más expuesta y transparente. Los ciudadanos a través de las redes sociales pueden vigilar y dar seguimiento a las acciones llevadas a cabo por los gobernantes, lo que conlleva a otorgarles el poder para solicitar la rendición de cuentas y exigir que cumplan sus responsabilidades, de forma que las redes sociales permiten a los ciudadanos ejercer una relación de contrapoder con las autoridades.

Finalmente, los procesos electorales se han visto beneficiados con la tecnología, tan es así que hoy en día las campañas electorales a través de los medios digitales, crean presencia constante y mensajes específicos dirigidos a distintos grupos de la sociedad, logrando tener un mayor alcance de difusión; mientras que los candidatos pueden dar respuesta casi inmediata generando que la comunicación entre estos y los votantes sea más personal y directa. Un caso exitoso durante el proceso electoral 2018, fue la iniciativa #Verificado 2018, proyecto en el que participaron más de 60 medios de comunicación, universidades, organizaciones civiles, el cual conto con el apoyo de Google, Facebook y Twitter, esta herramienta fue de gran utilidad para combatir las noticias falsas y denunciar el uso tramposo de la información. Por su parte, el Instituto Nacional Electoral (INE), también emprendió acciones de verificación de datos sobre incidentes -antes, durante y después de la Jornada Electoral- a través de la implementación del proyecto “Certeza”, realizado de la mano de Twitter, Facebook, Google y algunos medios de comunicación; este programa fue implementado en las elecciones 2019, 2020 y 2021.

CRÍTICAS A LAS REDES SOCIALES EN SU INTERACCIÓN CON LA DEMOCRACIA

Si bien es cierto las redes sociales ofrecen un espacio para promover canales de comunicación pública y el debate, que pueden mejorar la participación cívica y la democracia.

No menos cierto es, que las redes sociales al ser parte de un activismo digital personalizado dan lugar a que surjan o distribuyan nuevas ideologías o teorías de conspiración, tal es el caso de la creación de cuentas falsas, los bots y los trolls, quienes se suman al cambio de narrativas para posicionar temas específicos y volverlos relevantes.

Un “bot”, es el término que proviene de acortar la palabra “robot”, es un programa que realiza tareas repetitivas, predefinidas y automatizadas. Los bots están diseñados para imitar o sustituir el accionar humano y operan en forma automatizada, por lo que pueden trabajar mucho más rápido que una persona. Por ejemplo, los bots, pueden convertir en tendencia un tema determinado, o disminuir el interés de un hashtag retomándolo con información poco relevante hasta desaparecerlo.

Mientras que un “troll” en Internet, es una persona que aprovecha cualquier lugar en la red en el que se puedan hacer comentarios para crear controversia y fomentar el enfrentamiento entre otros usuarios; su objetivo es llamar la atención y molestar. Por ejemplo, algunos tipos de trolls pretenden ser sitios de noticias, haciendo pensar a los usuarios realidades disfrazadas; asimismo existen trolls que pretenden ser personas reales solicitando apoyo a ciertos líderes o movimientos; siendo difícil identificar a estos actores; los trolls estudian culturas y sociedades para saber cómo y qué piensan los individuos, por lo que estas cuentas pretenden estar muy comprometidas con una causa política y crecen exponencialmente porque su contenido apela a una identidad grupal pero con fines dolosos.

Asimismo, la manipulación de la información y la generación de noticias falsas o tendenciosas, conocidas como fake news, están hechas con la finalidad de alterar el ánimo social, para crear un ambiente de angustia, pánico, hostilidad y hasta violencia entre la población, lo que genera que estas noticias se propaguen con más rapidez y lleguen a más personas; se estima que las noticias falsas se difunden hasta 100 veces más que las noticias reales.

Por otra parte, las plataformas de redes sociales contienen algoritmos, que están hechos para remplazar y personalizar el contenido con base en los intereses de los usuarios; cuando el algoritmo comprende cómo interactúa el usuario, se adapta a sus intereses, creando la llamada “burbuja de alienación”; por lo que tanto la publicidad, las noticias así como las posturas políticas se alinean a los intereses del usuario generando que vivamos en burbujas en las que sólo convivimos con personas que comparten pensamientos e ideas iguales a los nuestros, y esto ocasiona que tengamos una interpretación sesgada de la realidad, limitando así el debate político de las democracias; se podría decir que el algoritmo planea nuestras interacciones dificultando acceder a opiniones diversas y opuestas; por lo que la red en lugar de conectar nos separa. Actualmente, a través del algoritmo el uso de las redes sociales ha sido para promover noticias falsas y discursos de odio dando lugar a situaciones de violencia, extremismo, racismo y sexismo.

A su vez, el uso de las redes sociales da lugar a la pérdida de privacidad y seguridad, ya que la tecnología recaba constantemente información personal de los usuarios, y muchas veces esos datos recolectados pueden ser utilizados para manipular sus decisiones, tanto económicas, políticas y sociales. La información que se comparte en los perfiles de las redes sociales, como por ejemplo empleo, localización, hábitos de compra, preferencias, opiniones, entre otros muchos, puede venderse y hacer un mal uso de la misma.

Por cuanto hace a los procesos electorales, puede existir cierta manipulación política a través del algoritmo, ya que los equipos de campañas electorales pueden obtener datos personales de los votantes y los pueden transformar en una herramienta efectiva logrando influenciar en la decisión política de los usuarios para votar por uno u otro candidato.

Sin lugar a dudas el uso adecuado de las redes sociales contribuye a la participación ciudadana y al fortalecimiento de la democracia de nuestro país, influyendo notablemente en el intercambio de ideas, libertad de expresión, empoderamiento de la ciudadanía y acceso a la información pública. Pero al mismo tiempo su uso puede presentar riesgos para la misma, toda vez que han sido utilizadas para desinformar a la ciudadanía e intentar manipular a la opinión pública.

La libertad de expresión es crucial para las democracias, así como el pluralismo; las democracias necesitan de una prensa libre y medios de comunicación independientes para sobrevivir, razón por la cual, las redes sociales son uno de los desafíos más importantes del siglo, toda vez que su regulación podría volverse una censura y obstaculizaría la libertad de expresión.

El reto para las autoridades es lograr un equilibrio entre el acceso a la información, la libertad de expresión y la protección a los datos personales; mientras que como sociedad debemos educarnos y sensibilizarnos a fin de hacer un uso responsable de la tecnología, evaluar la información que recibimos y las fuentes de dónde provienen, para comprobar su veracidad; así como tomar conciencia del uso de nuestros datos personales, ya que las redes sociales pueden poner en riesgo nuestra privacidad y obtener dichos datos para manipularnos.

El mundo digital es ya parte de nuestras vidas por lo que es tarea de todos los usuarios de la tecnología en tomar conciencia de los valores democráticos a fin de traspasarlos y emplearlos en el mundo digital, disfrutar de los beneficios que nos aporta la tecnología así como también aceptar sus riesgos o evitarlos, y crear una comunidad digital responsable, tolerante, activa y participativa sin vulnerar los derechos humanos fundamentales de los demás usuarios ni que se vulneren los propios, a fin de construir una sociedad armónica donde impere el bien común.

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